Tras pasar la noche a resguardo y en una cama decente afrontamos la cuarta etapa un poco mas temprano que jornadas anteriores ya que nos esperaba un día duro de raid.
Pasamos planicies desérticas, arenales y dunas donde el coche encallaba continuamente. No pocas veces fuimos ayudados a empujar el coche por los demás tripulantes de los otros coches, y de la misma forma ayudamos a otros tantos compañeros a salir de la trampa de las dunas. Las planchas de hierro para salir de las dunas y la pala fueron nuestras armas en la lucha constante con la arena marroquí.
De tanto en tanto, de forma providencial, aparecía un paisano atravesando las dunas con su moto o su bici y nos enseñaba la técnica correcta para desencallar los coches.
La etapa solo nos permitió un breve descanso en el Oasis de Mharech, con sus palmeras y dromedarios, y vuelta a las pistas desiertas y áridos paisajes salidos en apariencia de otro planeta, atravesando un gran lago seco que allí llaman chott que puso a prueba los amortiguadores y ballestas de nuestro Tartano.
Pero lo conseguimos, tanto nosotros como la maquina. Y llegamos a Alnif ilesos como verdaderos beréberes,cada vez mas acostumbrados a circular por el desierto.
Pero bueno, vasta de charla, os dejo con el video que resume bastante bien la experiencia de esta
etapa.
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